Translate

domingo, 13 de abril de 2014

CAPITULO 15


NOTA DEL AUTOR

Antes de comenzar a leer este capitulo tengan en cuenta que el día de hoy se publicaron dos capítulos en compensación por el domingo pasado en el que me fue imposible publicar.  hoy se entrega el capitulo 14 y 15

Espero los disfruten!!!!







-¡Luciana!- Se queja  Scarlet con voz  entrecortada y temblando como una hoja al viento. –¿Quien es ese horrible hombre? ¿De donde lo conoces?-

-Lo conocí una tarde cuando regresaba a casa-

-¡No me gusta!-

-A mi tampoco me gusta. Pero no te preocupes, no creo que vuelva a molestarnos- Responde abrazándola y tratando de tranquilizarla. Piensa que fue clara y directa con Amaury y el tomaría su actitud como advertencia para mantenerse alejado de ellas.

-¿Acaso no escuchaste lo que dijo? ¡Nos quitara la casa y esta obsesionado contigo! Además, la forma en que te miraba….- Scarlet no puede terminar la frase y  no logra  encontrar el alivio en los brazos protectores de su hermana. Nunca había percibido el peligro como lo percibía en los ojos de ese hombre que tanto terror le generaba. Como si el fuera la manifestación humana del demonio mismo.

-Tranquila Scarlet. Nunca venderé la casa  y no dejare que ese hombre me toque un solo cabello-

-¡No lo dejes; Es nuestra casa, aquí crecimos, aquí deben crecer nuestros hijos!- el desespero se apodera de Scarlet que comienza a hiperventilar aterrorizada con la idea de salir de la casa y el jardín que tanto ama.

-Tranquilízate Scarlet-  La sacude Luciana tratando de sacarla de ese estado de pánico. 
-Todo estará bien. ¡Te juro que nunca podrán quitarnos esta casa ni alejarte de tu jardín!- Agrega y la vuelve a abrazar fuertemente hasta que siente como se va relajando lentamente. Luego la lleva al comedor donde Maya y Atita organizan la mesa en silencio absoluto. Sus caras reflejan angustia y los ojos de Atita están rebosantes de lágrimas no derramadas, lo que para Luciana significa que escucharon la conversación. Deja a Scarlet en una silla y luego se acerca a las dos mujeres que considera más que criadas.

-No se preocupen. Ustedes hacen parte de esta pequeña familia y nadie nos sacara de esta casa-

-Tenga cuidado niña Lu- Le susurra Maya sosteniéndole la mano a Luciana y fijando su mirada para enfatizar su advertencia. -Ese hombre es un Wanülüü. Por eso la niña roja le teme. Su corazón inocente puede percibirlo-

-Lo hare Maya. Lo hare- Le responde Luciana con un creciente temor.  La sabiduría de Maya para juzgar a las personas siempre fue bien conocida y nunca se equivoco en sus juicios.

Luego de una cena incomoda, Luciana logra que Scarlet  tome agua de valeriana para calmarse y tener un sueño relajado.  Caminan por la casa evaluando el deterioro que el salitre y la humedad generaban en la casa, y  acuerdan buscar la manera de restaurarla. Luego van a la cama para hablar de sus experiencias en la casa desde que eran niñas hasta que el sueño vence a Scarlet y deja a Luciana sumergida en presagios angustiosos con Amaury   pero  que finalmente son vencidos por los recuerdos hermosos con Gerard.



A unas cuantas cuadras de la casa de Las hermanas Lemaitre, Gerard también hace lo mismo en su cama. Repasar mil veces los pocos segundos de aquel beso.  Sus labios llevan aun tatuado los labios de Luciana y su memoria aun lleva el olor de mango con canela  que la envuelven. Finalmente se sumerge en un sueño más decidido que nunca en buscar en ella una nueva oportunidad para amar.

Gerard se encuentra sentado en la playa arrastrando la arena con los dedos, admirando el amanecer y dejándose arrullar por el sonido de las olas que rompen en la playa. De repente el agua del mar comienza a formar la silueta de una mujer que  va tomando la forma de Luciana. El enfoca la mirada tratando de comprender el fenómeno, pero su desconcierto es eclipsado por la sonrisa de Luciana  mientras sale del agua caminando hacia él.

Gerard se levanta y comienza a caminar hacia ella feliz por la buena disposición de Luciana a un encuentro, pero faltando unos metros para alcanzarla, un fuerte viento acompañado de un frio glacial la congelan justo  cuando le extiende la mano a Gerard, dejándola solida y trasparente como el cristal. El corre hacia ella para intentar ayudarla pero un coche negro halado por dos caballos la arroya rompiéndola en mil pedazos. Gerard se queda  paralizado por el horror, y ve como frente a él, pasa el coche al igual que un par de días antes en la plaza.

-Abigail- Susurra de nuevo al ver el rostro en la ventana. Ese rostro que lo acompaño por cuatro años en el sufrimiento. Finalmente el coche se detiene unos cuantos metros mas adelante y la puerta se abre. Lo primero que reconoce es el color rojo del cabello que se ondea en el viento que lentamente se torna más cálido. Luego se encuentra con unos ojos verdes esmeralda y una sonrisa en el rostro que tanto amo. Ella se encuentra vestida de rojo intenso y le extiende la mano.

-Ámame - Le dice en una suave voz que va acompañada de un eco. El se libera de aquella mirada seductora y observa los pedazos de  hielo roto en la arena que antes representaban a Luciana y que lentamente  se derriten para fundirse en el agua del mar.

-Por favor Gerard. Te necesito- Le suplica ella desde el coche. El duda por un segundo, sin saber si debe ir a ella o recoger los pedazos que  se derriten en un calor que cada vez se torna más abrazador. Finalmente inicia su camino hacia el coche  y la abraza fuertemente inhalando el olor de miel característico de Abigail y un nuevo olor a coco que nunca antes le había sentido.  La suelta para observarla detenidamente y se reconforta  en la mirada dulce que le ofrecen los ojos verdes. Ella extiende una rosa blanca para rozarle la mejilla y el cierra los ojos para disfrutar de la caricia. Pero de repente sus brazos pierden el soporte y al abrirlos  ella a desaparecido y solo encuentra su vestido derramado en la arena.

Busca desesperadamente  a su alrededor pero no puede encontrarla y su entorno va cambiando para finalmente convertirse en una fría y lúgubre calle de Marsella.



-¡Nooooo!- Comienza a gritar desesperado, con un sentimiento de desolación soledad que lo consume. Se agarra la cabeza entre las manos y sus gritos  se confunden con los de una voz que lo llama.  Finalmente abre los ojos y se encuentra con Cedric que lo sacude fuertemente en la cama.


-¡Gerard!- Le grita.

- ¿Donde están?- Susurra aun con terror y con gotas de sudor arrastrándosele por el rostro. Su corazón palpita fuertemente y la falta de aire ahoga sus palabras.

-¿Quienes?- Pregunta Cedric  alarmado  mirando alrededor. Al llegar a la puerta de la habitación escucho los gritos de Gerard  e irrumpió rápidamente al cuarto. Cree que si  fue lastimado el atacante aun se encuentra escondido.

-¡Desaparecieron!-

-¿Quienes Gerard?- Insiste desenvainando un cuchillo de un calcetines y preparándose para atacar.

-Luciana y Abigail-  Exclama sentándose rápidamente y explorando el entorno para darse cuenta que se encuentra en su habitación. Cedric suelta un suspiro cansado y vuelve a guardar el cuchillo.

-Gerard, era solo una pesadilla-

-¡Merde*, fue horrible!-

-Puedo imaginarlo. Reunir a las dos mujeres que amas en un solo sueño no debe ser nada placentero.- Trata de burlarse para sacarlo de la agonía. –  ¿Se peleaban con uñas y dientes por ti?- Agrega sentándose en la cama frente a él.

-No seas idiota Cedric. No es gracioso- Gerard se seca el sudor con la mano y se extiende para tomar un vaso y servirse agua de la jarra que encuentra en la mesa.

-Lo lamento amigo. Dime que soñabas-

-No logro entenderlo-

-Tan solo dime que recuerdas-

-¿Acaso te volviste interprete de sueños?-  Refunfuña  por la ayuda absurda que su amigo intenta ofrecerle.

-Claro que no, pero tal vez hablando te liberes de la angustia y tengas sueños mas placenteros- exclama mientras se acuesta en la cama y se toma la entrepierna con las manos haciendo referencia a los sueños.  Gerard suelta un suspiro de resignación y comienza a contarle detalladamente su pesadilla. Cedric lo escucha pacientemente y hace pequeños gestos reprochando relatos de la pesadilla. Cuando Gerard termina el relato visiblemente agobiado Cedric se sienta y lo reprende.

-No es necesario ser un genio  para interpretar tus sueños. Ya te lo dije y te lo vuelvo a decir…… No permitas que el fantasma de Abigail interfiera en tu futuro con Luciana, debes dejar ir su recuerdo de una vez por todas. No te sabotees mas amigo y se feliz con esa chica-
-Lo se Cedric, y estoy dispuesto a emprender un futuro con Luciana si ella me acepta, pero me es imposible borrar definitivamente de la memoria a Abigail-

Cedric estrecha los ojos hacia él y niega con la cabeza incapaz de  decir algo más. Sabe que tratar de razonar con su terco amigo es imposible y se calla solo porque cree que eventualmente puede olvidar a Abigail fundiéndose en los brazos e Luciana. Toma una profunda respiración y cambia de tema.

-Mejor levántate y haz algo productivo. Despiértame a las  tres de la tarde porque debemos reunirnos con el arquitecto-

-¿Quien es, y de donde lo sacaste?-

-Me lo recomendó el idiota del banco. Se Llama Amaury Barón y es un español recién llegado a esta ciudad-



---------------------- -- ----------------------------- -- --------------------



Cuando Luciana  y Scarlet se despiertan inician su rutina  sumergidas de nuevo en el silencio y la angustia por los hechos de a noche anterior. Scarlet pasa el resto de la tarde organizando los arreglos que Luciana debe entregar al día siguiente teniendo especial cuidado y mayor estética con los que serán entregados para el burdel. Sabe que deben dar una buena impresión al nuevo cliente para no perderlo. Mientras tanto en la cocina el resto de mujeres realizan el inventario de los suministros necesarios para una semana más. Atita hace la lista de alimentos indispensables, Maya la de los ingredientes para el remedio de Scarlet y Luciana la de los  materiales necesarios para iniciar la restauración.

Mientras tanto al otro lado de la ciudad Gerard y  Cedric esperan en la puerta de su nueva casa al arquitecto.  Cuando ven a Amaury bajarse de un coche negro y caminando hacia ellos con arrogancia deducen que es él.  Cedric se burla a la distancia  de los ridículos bigotes ensortijados pero Gerard no puede compartir su diversión. Cree haberlo visto antes y algo en la mirada de ese hombre le genera desconfianza.

Cuando se presentan, Gerard no soporta la energía oscura proveniente de Amaury y se excusa, alegando asuntos de vital importancia que debe atender,  dándole toda la libertad a Cedric para que decida que hacer en la casa.

Sale apresuradamente a la calle confundido por el recelo que le producía Amaury, pero rápidamente Cedric lo alcanza.

-¿Qué sucede?- Pregunta evaluándole el rostro. - ¿A donde vas?- Agrega preocupado.

-No me agrada ese hombre y prefiero permanecer alejado. Encárgate tú-

-¿No te agrada? ¿Acaso ya sabes cuanto dinero cobra por su trabajo el muy bastardo?- Se queja recordando el valor aproximado  que le dio Amaury el día antes.

-No es eso…. Solo que hay algo en el que me disgusta. Su actitud arrogante y cínica no me agrada-

-Esta bien. Déjame a los bastardos que yo se como tratarlos. Tampoco me agrada pero lo tolero mas que tu-

-Gracias- se despide y se encamina a la playa donde encontró por primera vez a su diosa de Agua y donde soñó perderla la noche anterior.

Pasa el resto de la tarde en la playa lanzándole piedras al mar y tratando de poner en orden sus ideas y deseos con respecto a Luciana. Pensando si es una buena idea contarle sobre su pasado el cual incluye el amor que aun sentía por Abigail. No sabe si debe enfrentarla con un  amor fantasma. Tal vez ella luche con ese recuerdo para sacárselo de la mente y no esta seguro aun si desea olvidar por completo a Abigail. Cuando llega el anochecer, se sorprende al ver una luna llena gigante que resalta en un hermoso cielo estrellado.

-Llévale mis saludos a Luciana señora luna y dile que mañana la esperare en el mercado- Susurra como quien le pide un favor a una vieja amiga, y justo en ese instante Luciana se siente atraída por un resplandor en el cielo. Observa la luna y sin saber por que esboza una sonrisa y piensa en Gerard.



Cuando las campanas de la iglesia anuncian la misa de las siete de la mañana, Gerard va al burdel y arrastra a Cedric hasta el mercado en donde se supone debe esperar a Luciana. Cedric se queja alegando que el encuentro se programo para las nueve, pero Gerard no esta dispuesto a perder un solo minuto.  Piensa que ella podría llegar temprano para repartir las flores a otros clientes, y el debe estar hay cuando ella llegue.  Mientras tanto Luciana prepara la carreta ayudada por Scarlet y Tiberio. A diferencia del día anterior se siente renovada y llena de alegría. Aun no esta segura si debe volver a la casa de Petra donde probablemente encontraría a Gerard, pero cuando tiberio le pregunta si debe montar el arreglo de flores para ella acepta que lo cargue en la carreta. 

Salen hacia la iglesia y dejan los primeros  arreglos justo cuando termina la  misa de las siete.  Tiberio inicia su camino hacia las casas de las familias mas pudientes de la ciudad y se sorprende al verle a Luciana una sonría amplia y fresca. Muy poco común en sus recorridos.

Cuando llegan a la plaza de mercado Luciana se siente cohibida por el encuentro  con alguno de los empleados del burdel, pero se siente mas cómoda que cuando tenia que esperar afuera mientras Tiberio hacia la entrega.  Se baja de la carreta y comienza a organizar los arreglos para el burdel mientras se siente extrañamente observada.  Gira haca su derecha y se encuentra con unos ojos familiares.

-Buenos días Luciana- La saluda Cedric haciendo una leve reverencia mientras se levanta el sombrero.

-Buenos días -  Responde Luciana con una sonrisa y haciendo una venia con su vestido.  Le agrada Cedric a pesar de su oficio y esta complacida de que sea el quien recoja las flores.- Veo que sus funciones no son solo administrativas, también le toca de mandadero-  Agrega con un tono de burla que hace que Cedric rompa en una carcajada.

-La verdad  Luciana,  hoy me encuentro aquí  para realizar la función de cupido- contesta cuando deja de reír. Luciana estrecha los ojos hacia el sin entender sus palabras.

-¿Cupido?- Pregunta confundida.

-Así es. Afortunadamente puedo usar ropa y no necesito un arco y flecha-  contesta serio evaluando su reacción a la broma, pero para su tranquilidad, Luciana comienza a reír al imaginarlo en el atuendo característico de Cupido.

-¿Y a quien piensa ayudar en el amor?- Pregunta Luciana tratando de contener la risa.

- ¡A mi!- Le responde detrás de ella una voz que le susurra  al oído. Ella se gira inmediatamente al reconocerla y su corazón se le quiere salir del pecho cuando ve a Gerard. Él permanece inmóvil y nervioso  frente a Luciana esperando su reacción, y su angustia se desvanece cuando ella lentamente le regala una sonrisa.








 *Wanülüü: significa demonio en la lengua Wayu.
*Merde: Significa mierda en frances








5 comentarios:

  1. ME ENCANTA... ME ENCANTA.... ME.ENCANTA..... Y A ESE TAL ARQUITECTITO LO.ODIO!!!!!! AMUGA MIA COMO TE EXTRAÑE Y NO ES EXAGERACION... TKM

    ResponderBorrar
  2. Que te puedo decir , ME ENCANTA!!!
    Ahhhhh pero realmente Gerard esta loquito x Luciana...
    Realmente valio la pena la espera
    Los dos capitulos estubieron fabulosos..
    Saludos amiga :-* :D

    ResponderBorrar
  3. xd me gusta mucho la historia un abrazo

    ResponderBorrar
  4. cerdric vestido de cupido jajajjaja me encantaron los dos capitulos muy buenos como siempre se te extraño pero ya estas de vuelta espero todo esta bien un beso y espero el proximo con muchas ganas de leer mas

    ResponderBorrar
  5. ooooooooohhhhhhhhhhh
    cedric !!!!!!!!!!
    me encanta !!!
    y luciana y gerard son para decir... AAwwww *.*

    quiero mas !!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderBorrar